Una familia vienesa recoge a una niña que había sido
abandonada en una iglesia y permite que se críe en su casa. Cuando tiene doce
años, la niña comienza a ocuparse de una antigua actriz, ya muy anciana, casi
abandonada por su familia. Al morir, la señora lega a la pequeña un baúl con
vestidos y joyas que ella cree falsas, pero que en realidad son muy valiosas.
En esta situación aparece una aristócrata del norte de Alemania, afirmando ser
la madre biológica de la protagonista. Tras presentar una serie de documentos
legales se la lleva a su ruinoso castillo, donde pronto empiezan a hacerse
importantes reparaciones.
La obra de Eva
Ibbotson transcurre a comienzos del siglo XX, en la época final del imperio
austrohúngaro, en medio del ambiente de bullicio propio del espíritu vienés. La
acción, sencilla y ágil, se desarrolla a buen ritmo, con cierta alegre placidez
incluso en los momentos más tensos, cuando la protagonista se debate entre el
deseo de tener una auténtica familia y una verdadera madre, y la sospecha de
que está siendo víctima de una cruel estafa. La trama, los personajes y el
estilo están bien elaborados, en función del público al que la novela va
dirigida, y los elementos costumbristas, referidos a la ciudad natal de la
autora, tienen interés desde el punto de vista histórico y cultural. El
contenido pone de manifiesto una serie de virtudes -generosidad, modestia, lealtad
que contrastan favorablemente con actitudes egoístas, despiadadas o ambiciosas.
© Reseñas bibliográficas Fundación Troa.
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