EDITORIAL: S.M.
¡Quién se lo iba a decir a Pete Breakfast! Con lo ilusionado que estaba por instalarse en el Far West... Y cuando, por fin, lo consiguió, ¡ya me contaréis! Tuvo que criar gusanos de seda, repartir octavillas de las sufragistas y mil rarezas más. ¿Y para aquello hacía falta ir al Oeste?
Nº DE REGISTRO: 2305
¡Quién se lo iba a decir a Pete Breakfast! Con lo ilusionado que estaba por instalarse en el Far West... Y cuando, por fin, lo consiguió, ¡ya me contaréis! Tuvo que criar gusanos de seda, repartir octavillas de las sufragistas y mil rarezas más. ¿Y para aquello hacía falta ir al Oeste?
Nº DE REGISTRO: 2305
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