EDITORIAL: Letrame
Profesor, Licenciado en Ciencias Físicas, Consultor en Artes
Gráficas y apasionado de las nuevas tecnologías y los avances científicos cibernéticos, Aurelio
Mendiguchía (1951) es también autor de una novela juvenil, “E-mail”,
publicada en 2009, y con la que esta nueva novela, “El marcapáginas S.O.S.”,
guarda muchos puntos en común.
De entrada, se repite el protagonista, Andrés Monteabajo,
que, como el autor, es profesor en un instituto donde imparte clases en
Formación Profesional en el área de Artes Gráficas. Un inesperado suceso desata
una serie de aventuras en las que se mezcla la realidad vital del protagonista
(el mundo de la enseñanza, la relación con sus alumnos, su pasión por los
avances tecnológicos) con los experimentos científicos de última generación
realizados en el CERN en Ginebra y la peligrosa actuación de los servicios
secretos de diferentes países (Estados Unidos y Corea del Norte).
Toda la acción, que se vive como un thriller, comienza
cuando Andrés acompaña a un amigo a la Cuesta de Moyano para ver libros de
ocasión. Su amigo se compra un libro de Chesterton, que se lo deja a Andrés
para que lo lea. Cuando comienza a leerlo, Andrés encuentra dentro de él un
sospechoso marcapáginas que reclama su atención y avisa de un inminente y
gravísimo peligro de carácter internacional. A pesar de las dudas iniciales,
Andrés investiga sobre el origen del libro y del propietario. Empieza a tirar
de la manta y descubre que se trata de un investigador español, Pablo Ríos, que
ha conseguido una beca para trabajar en el CERN en Ginebra, de donde ha
desaparecido de manera fulminante, sin que nadie sepa nada de él, tampoco su
novia, Marian, con la que se pone rápidamente en contacto Andrés para que le
cuenta lo que sabe.
Con la ayuda de May, un sobrino de Andrés, ingeniero friki
de las nuevas tecnologías, y de Luis, amigo de May, los cuatro se embarcan en
una aventura para dar con el paradero de Pablo, quien les lanza a veces señales
para que acudan al CERN, donde Pablo ha descubierto un complot en el que pueden
estar implicados científicos y los servicios secretos de algunos países. Las investigaciones
del CERN vinculadas a las bombas nucleares se mezclan también con los
desarrollos que están consiguiendo para perfeccionar y ’humanizar’ a los
robots.
La novela está escrita con un buen ritmo, haciendo que la
intriga crezca constantemente y que las sorpresas en el argumento (algunas
rebuscadas quizás en exceso) enganchen más a los lectores, que ven cómo cuatro
personas muy normales, con pocos rasgos para convertirse en héroes y sin poseer
conocimientos especiales en nada, solamente por ayudar a Pablo y por afán de
aventura, se ven inmersos en una trama apocalíptica en la que, además, están en
juego sus vidas y también las de otras muchas personas. El autor incluye
advertencias sobre el uso indebido de los avances tecnológicos cuando no se
respetan los elementales principios éticos. Pero también la novela abre la
puerta a inevitables experimentos en los que está en juego el futuro de la
humanidad. La novela, entretenida, muy apropiada para los lectores juveniles,
muestra la imaginación del autor para plantear argumentos científicos muy
originales, instalados además en una realidad muy contemporánea y no en el
mundo futuro de la ciencia-ficción.
TROA.
Nºs de REGISTRO: 14095 y 14096