AUTOR: BRAVO-VILLASANTE, Carmen
EDITORIAL: Magisterio Español
El conocimiento del callejero madrileño, costumbres,
historias, arte, hábitos de vida, estudios de la lengua y del carácter de los
madrileños de toda clase y condición por parte de Benito Pérez Galdós, puede comprobarse en sus episodios nacionales
y en el resto de sus obras, pues Galdós
es esencialmente un observador y un costumbrista, capaz de meterse en la piel y
en el modo de pensar de las gentes con las que convive de modo que, después, de
modo natural, en sus obras hay siempre retazos autobiográficas de su vida y de la de sus vecinos, escenas
contempladas o imaginada, pero que
podían haber sucedido hace un rato y que se las han contado con todo detalle.
El problema de Galdós
es que termina por reflejar su propia alma a base de amar a las personas con
las que trata, a Madrid y sus madrileños y, a través de sus constantes viajes
por España, a los españoles, de modo que cuando comienza a escribir en los
periódicos de la capital, ya no puede dejar de hacerlo; de ser periodista pues
ha encontrado el modo de comunicar lo que siente, como un pintor cuando pinta o
un compositor cuando escribe música. De hecho, uno de los grandes aciertos de
esta biografía es haberla llenado de ilustraciones de Madrid y de otros
lugares, de los dibujos y caricaturas que él mismo Galdós hacía, pues siempre
fue y vivió como un artista de la cabeza a los pies.
Asimismo, la biógrafa que ha contado para la ocasión, Carmen Bravo-Villasante es también una
afamada escritora y novelista, con lo que la conjunción del personaje con la
mano que lo describe no podía haber sido más feliz y lograda, hasta convertir
este trabajo entre los más renombrados títulos de la famosa colección de
“novelas y cuentos” que editó Magisterio español y cuyos títulos podrían,
muchos de ellos, ser reeditados por su categoría, hondura, agilidad y buen
estilo. Bravo-Villasante estudia a
fondo a “Galdós visto por sí mismo”
y nos lo muestra con toda profundidad y conocimiento en este relato biográfico.
Un buen amigo de Galdós,
el escritor y novelista santanderino, José María de Pereda (1833-1908), le
acusó públicamente de convertirse en un volteriano y de atacar despiadadamente
a la Iglesia Católica en sus episodios nacionales y sobre todo en su novela
“Gloria”. Galdós que vivía encerrado
para escribir una novela cada tres meses, hubo de esperar un poco hasta poder
tener tiempo para contestar y así varias veces, terminando por convertir el
trance en un apasionante diálogo entre fe y razón. La diatriba será larga,
profunda y apasionada (77-103).
José Carlos Martin de la Hoz.
Nº DE REGISTRO: 14211 |
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