Novela juvenil de intriga centrada en el secuestro simulado
por un padre que no sabe cómo controlar la bulimia de su hijo de catorce años.
Su profesión de abogado, que le facilita mucho el trato habitual con delincuentes, le permite simular
“El secuestro de Daniel” y
contratar a dos rateros de poca importancia y de cortas luces para que retengan
durante un tiempo al chico, simulando que negocian un rescate, y le vayan
controlando la comida para que adelgace. Sin embargo, el plan se complica
cuando un auténtico criminal se entera del asunto y decide sacar provecho de la
situación. La obra, escrita por José
Luis Olaizola con estilo sencillo, es ágil y entretenida, con bastantes
rasgos de humor y algunas referencias sentimentales. Lo poco verosímil de su
planteamiento argumental no impide que el contenido encierre un mensaje educativo
que critica la actitud de los padres que proporcionan a sus hijos todo tipo de
bienes materiales sin darse cuenta de que éstos, con sus actitudes rebeldes,
manifiestan que lo único que de verdad desean es más atención y cariño, y que
estas carencias no son compensables con caprichos caros y dinero de bolsillo.
© Reseñas bibliográficas Fundación Troa.
Nº DE REGISTRO: 2729 y 2730
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