Tato, el
protagonista de este cuento, es un pequeño fantasma que no disfruta asustando y
que tiene mucho miedo a su padre, pariente del conde Drácula. Desde el castillo
escocés donde vive con su familia vuela con sus dos hermanos mayores a la
mansión de una anciana dama que se niega a creer en fantasmas, con ánimo de
sacarla del error, pero se atasca al traspasar los gruesos muros del edificio
y, cuando consigue salir, ha perdido su sábana y parece un niño en pijama, por
el que la señora no siente impresionada en absoluto. La obra, escrita en tono
humorístico, es ingeniosa, divertida y está bien realizada en términos
literarios, tanto de fondo como de forma. El relato de Angelina Lamelas muestra cómo es
posible aceptarse a sí mismo y a la propia familia a la vez, sin que esto
suponga más que un esfuerzo pequeño en comparación con la alegría que se proporciona
a los demás.
© Reseñas bibliográficas Fundación Troa.
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