EDITORIAL: Palabra
La vida, como una rosa, despide un aroma maravilloso; y como
a ella, también la rodean espinas y sufrimientos. Ahora tengo doce años. Me
llamo "Rosana".
Dice mamá que “la rosa crece rodeada
de espinas”, que se abre hermosa en todos los colores, que su olor es
distinto al de todas las flores. Que, al ponerme por nombre Rosana, se acordó
de esa flor. Yo no quiero describirme como soy: me da mucha vergüenza. Además,
lo iréis descubriendo poco a poco a medida que leáis estas páginas.
Nº DE REGISTRO: 2614 y 2615
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