EDITORIAL: Anaya (Biblioteca de el Sol)
La obra de Dickens tiene mayor valor que la de Wells, Doyle o Haggard, porque en ella es posible vislumbrar la verdadera Inglaterra, una potencia de primer orden mundial que se cimentó, como muchas otras antes que ella, sobre unos pilares antitéticos. Así,
la Inglaterra del progreso era también la de la explotación laboral;
la Inglaterra científica era, asimismo, profundamente incrédula y supersticiosa; la Inglaterra imperial estaba sacudida por terribles problemas internos, el más descarnado de los cuales era, sin duda alguna, la pobreza.
Dickens fue el gran narrador de la pobreza,
el portavoz de los desfavorecidos, el cronista de las injusticias y el denunciante de los excesos del Sistema. Donde otros hablaron de las excelencias de su país, orgullo del mundo, él trató de sus miserias. Hablar de las tramoyas del Imperio no era tan fácil ni tan cómodo, pero a la gente le gustaba, y eso era lo importante.
"Canción de Navidad" es un relato de fantasmas que ha gozado del favor del público desde el mismo momento de su aparición y narra la inquietante noche que en la víspera de esta festividad, y de resultas de la visita del espectro de su antiguo socio Jacob Marley, pasa Ebenezer Scrooge, anciano miserable y tacaño que, además de ser una de las más acabadas representaciones del avaro en la Literatura, es otro de los inolvidables personajes de la amplia galería dickensiana. Marley hace desfilar ante él la visión de los espíritus de la Navidades pasadas, presentes y futuras, imprimiendo así en su existencia una feliz transformación. La afortunada mezcla de lo sobrenatural, la caricatura, la inquietud social y el sentimiento conseguida en esta obra por Charles Dickens (1812-1870) hace que mantenga intacta aún hoy su capacidad para conmover y hacer disfrutar.
Nº DE REGISTRO: 11262 al 11264
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