EDITORIAL: Sopena
El protagonista de esta pequeña novela de humor es un modesto propietario tarasconense, bajito, regordete y cuarentón, que no ha salido nunca de su villa natal en la Provenza francesa. Sus conciudadanos toman en serio las continuas bravatas de Tartarín, que presume de cazador de leones, y, empujado por ellos, se ve obligado a partir para Argel en busca de trofeos cinegéticos que le permitan conservar la popularidad y el respeto de sus compatriotas.
Alphonse Daudet (1840-1897) ha dado vida a un personaje inolvidable, con unas cualidades físicas y psicológicas trazadas con muchísimo y genial acierto. “Tartarín de Tarascón” es un tipo representativo, retratado, más que con humor, con una dosis adecuada de fina ironía. El héroe de esta novela es vanidoso y amable, con sed de grandes destinos y un marcado afán de llamar la atención sobre su persona. Fanfarrón y fantasioso, se engaña a sí mismo, pues, a fuerza de decir mentiras, llega a creerse lo que afirma. Un lenguaje rico y pintoresco contribuye a dar valor al relato, escrito con una gran habilidad narrativa.
Dice el autor que Tartarín combina ‘el alma de Don Quijote y el cuerpo de Sancho Panza‘. Pero el caballero español tiene una grandeza moral mucho mayor que la del héroe francés, que si bien sueña con leones imaginarios que jamás aparecerán, olvida en ocasiones sus anhelos de gloria, atento más bien a gozar de las comodidades que le depara su vida.
Nº DE REGISTRO: 11306
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